dad and son talk together

Estableciendo un ejemplo de cómo lidiar con emociones fuertes

Los niños y niñas pequeños fácilmente pueden tener demasiado frío o demasiado calor dado que no pueden regular muy bien su temperatura corporal. Se necesita tiempo para que el cuerpo, cerebro y todos los nervios, músculos y sistemas involucrados se desarrollen. Y mientras tanto, los padres deben ayudar a los niños y niñas pequeños a mantenerse abrigados o frescos. ("¡Sí, necesitas llevar un abrigo!")

Mantener el cuerpo a una temperatura regular es un problema de desarrollo físico. No es algo que se pueda aprender o practicar. Sin embargo, regular las emociones es algo que los niños y niñas pueden aprender a hacer de forma activa, con su apoyo.

APRENDER OBSERVANDO - Cuando los niños y niñas observan a sus madres, padres y cuidadores, ¿qué es lo que ven?

Niños y niñas naturalmente miran a quienes los rodean, literal y metafóricamente. Los padres, madres y cuidadores son modelos a seguir para sus hijos/as, se den o no cuenta. Así es como los adultos les enseñan a sus hijos/as todo tipo de cosas (incluso cuando no es su intención). Cuando le demuestras a un niño/a cómo cepillarse los dientes, lo estás haciendo a propósito. Pero, ¿qué pasa cuando demuestras actitudes, creencias y formas de reaccionar y responder? Los niños/as pueden aprender formas de reaccionar a las emociones fuertes con mucha facilidad sin que los adultos sean conscientes de que esto sucede.

En la última semana, piense en una situación en que se sintió molesto/a, preocupado/a o estresado/a. ¿Qué observaron sus hijos/as? Es normal y saludable que los niños y niñas vean que los padres, madres y cuidadores sienten estas emociones de vez en cuando. Sin embargo, hay diferentes formas en que esto puede verse. Los niños/as se benefician más al ver a los padres, madres y cuidadores expresar sus emociones de manera apropiada, manejarlas con calma y de manera constructiva. Esto es algo en lo que podemos trabajar nosotros mismos. Puede que no siempre lo hagamos bien, pero siempre podemos mejorar.

 Fortaleciendo las habilidades para enfrentar emociones. Aprenda más sobre la crianza positiva

LAS HABILIDADES PARA ENFRENTAR LAS EMOCIONES TOMAN TIEMPO PARA DESARROLLARSE

Ayudar a los niños y niñas a aprender a manejar las emociones no se hace de una sola vez. Debemos enseñarles un conjunto de habilidades a nuestros hijos/as y de varias maneras, repetidamente, durante un largo período de tiempo. Cuando usted afronta con éxito las emociones difíciles y su hijo/a ve que lo está haciendo de manera adecuada, es una forma de mostrarle cómo hacerlo por sí mismo. (También es importante aprender a aceptar que los niños/a tienen estas emociones y alentarlos a hablar sobre ellas).

Ninguno de nosotros reacciona de manera perfecta a cada situación y siempre podemos aprender nuevas formas de manejar las situaciones. Si desea realizar cambios, una cosa que realmente ayuda es comprender mejor cómo están conectados los pensamientos y los sentimientos.

SEA UN EJEMPLO: APRENDIENDO A PENSAR DE FORMA MÁS FLEXIBLE

Aprender a pensar de manera más positiva puede hacer que la paternidad y la vida sean mucho más placenteras. El pensamiento flexible comienza al ser consciente de los pensamientos que pasan por su mente, especialmente cuando las cosas no van exactamente según lo planeado.

Imagínese cómo se sentiría usted si no estuviera incluido en el evento en línea de un amigo o familiar, sin saber por qué. Podría enfadarse bastante si creyera, o se convenciera a sí mismo, de que lo excluyeron deliberadamente. Pero, ¿qué pasa si descubre más tarde que la invitación se envió a la dirección de correo electrónico incorrecta? En otras palabras, tiene que ver con la conexión entre pensamientos y sentimientos. Lo que usted crea acerca de por qué sucedió algo puede resultar en una fuerte reacción emocional. La clave es aprender a preguntarse: "¿Qué me estoy diciendo a mí mismo?". Dependiendo de cómo usted interprete una situación, puede que reaccione de forma exagerada y decir o hacer algo de lo que se arrepienta más tarde. Y aunque los niños/as no pueden ver sus pensamientos, sí ven y escuchan sus acciones y palabras.

No es tanto lo que sucede sino cómo usted lo interpreta, lo que lo lleva a cómo se siente. Aprender a pensar con flexibilidad y encontrar otras explicaciones de lo que ha sucedido puede ser de gran ayuda.

Una vez que usted comience a comprender esto, puede usarlo y practicarlo para lidiar con situaciones con calma. Además, puede comenzar a enseñar el concepto a sus hijos/as. También puede intentar ser más consciente del ejemplo que usted da. La perfección no es posible, pero los cambios positivos sí. Es solo una forma de ayudar a sus hijos/as a desarrollar buenas habilidades de afrontamiento emocional a medida que crecen.