Blog_PeakMoment_BigEmotions_week3_US-EN_720x530px.jpg

Como dejar de gritarle a los ninos: estrategias de crianza

La crianza algunas veces pone a prueba la paciencia. Pareciera que los niños ponen a prueba nuestros límites y que mantener la calma es difícil.

Tal vez les has pedido repetidamente que dejen de hacer algo, pero no funciona.

En esos momentos, la frustración aumenta y terminas por levantar la voz para hacer que te hagan caso.

Algunas veces, les gritas a los niños desde otra habitación para obtener su atención, especialmente cuando estás ocupado o cansado.

Si usas los gritos o vociferas para que escuchen tu mensaje, puede ser el momento para replantear tu enfoque.

¿Está bien que los padres les griten a los niños?

En algún momento u otro, la mayoría de los padres levantan la voz. Sin embargo, si les gritas con frecuencia a tus hijos para que hagan lo que les pides, vas a notar que están ocurriendo las siguientes cosas:

  • Tus hijos se desconectan. Esto ocurre porque se acostumbran a los gritos y esto ya no les impacta.
  • Lo gritos también causan un ciclo en que se vuelve más y más complicado hacer que los niños cooperen. El padre grita y el niño no obedece, así que gritan nuevamente, y el ciclo continúa.
  • Si estás lidiando con una pataleta o un comportamiento agresivo, tu primer instinto puede ser el de levantar la voz y enojarte. Pero nota que esto empeora la situación.
  • Es posible que tu hijo también le grite a usted y a los demás. Esto ocurre porque los niños aprenden rápidamente que gritar y vociferar son aceptables y empiezan a hacer lo mismo.

Gritar puede parecer una buena forma para que te escuchen porque se levanta el volumen.

Sin embargo, gritar contribuye a sentimientos de ansiedad, baja autoestima, confusión y tristeza. También causa efectos a largo plazo en la salud mental y bienestar de los niños.

También impacta a los padres.

Los padres que gritan o vociferan pueden terminar sintiéndose culpables por haber gritado. Los estudios demuestran que los sentimientos de vergüenza y pena que sienten los padres disminuyen su confianza en sus habilidades e impacta negativamente como se ven en su rol de padres.1

Así que, ¿qué puedes hacer en lugar de gritarle a tu hijo? Prueba estas estrategias de crianza positiva.

En lugar de levantar la voz: haz una respiración lenta y profunda y toma una pausa

Cuando nos sentimos frustrados o abrumados, gritar se puede convertir en una respuesta automática.

Trata de estar consciente de las señales de que tu frustración está aumentando y tómete un momento de pausa para resetear antes de reaccionar.

Esto ayudará a que estos sentimientos intensos sean menos abrumantes.

De ser necesario, tómate un pequeño descanso de la situación y regresa una vez que te hayas tranquilizado.

Cuando hables con los niños trata de estar cerca. Usa un tono de voz claro y calmado. Esto ayuda a que ellos escuchen y cooperen.

Al llevar un control de sus respuestas emocionales, les das un buen ejemplo a los niños. Ellos aprenden mucho viendo cómo manejas el estrés.

Les gritas a los niños: para los pensamientos y reacciones inútiles

“Ellos NUNCA hacen lo que les pido.”

“¡Yo no puedo lidiar con esto!”

Cuando te encuentres en una situación estresante, los pensamientos y reacciones negativas pueden fácilmente apoderarse de tu mente.

Culparte a ti mismo o a los demás, sentirte abrumado y que no puedes afrontar.

En lugar de dejar que estos pensamientos te hagan sentir más estresado, piensa en algunos pensamientos de afrontamiento que ayuden a tranquilizarte.

Los pensamientos de afrontamiento son afirmaciones positivas que te recuerdan que puedes manejar la situación y tus emociones. Los puedes usar en cualquier momento, ya sea cuando estás alistando a los niños para irse a dormir o cuando es hora de salir rumbo a la escuela.

Aquí tienes algunos ejemplos de pensamientos de afrontamiento:

  • Gritar o vociferar no ayuda, sólo empeora las cosas - ¿Qué cosas útiles puedo hacer en su lugar?
  • Me estoy sintiendo estresado –es normal- pero yo puedo afrontar este sentimiento.
  • Sólo tengo que tomar un momento para respirar.
  • Lo logré -pude lidiar con esto tranquilamente y me sentí más cómodo que la vez anterior.
  • La siguiente vez voy a intentar mantener la calma y no dejar que las cosas me molesten.

Tal vez quieras anotar algunas de estas frases para leerlas cuando sea necesario.

Manejar tu propio estrés: una estrategia clave de la crianza positiva

Gritar o vociferar es una señal de estrés.

La vida familiar es atareada. Los niveles altos de estrés suelen hacer más difícil mantener la calma y consistencia con los niños.

Trata de buscar formas para disminuir tu carga laboral. Compartir la responsabilidad de los quehaceres y el cuidado de los niños con tu pareja u otros miembros de la familia es de gran ayuda.

No tengas miedo de decir educadamente que “no” cuando los demás te pidan que hagas demasiado. Algunas veces la presión de ser el padre “perfecto” hace que nos sobrecarguemos de actividades y responsabilidades.

Trata de encontrar un “tiempo para mi” todos los días. Esto puede ayudar a lidiar con los altibajos más positivamente.

Si tienes pareja, hablen sobre cómo manejar la frustración y el estrés juntos como familia. Si tu pareja también les grita a los niños tal vez sea tiempo de plantearse un nuevo enfoque juntos.

Si tú, tu pareja o el comportamiento de tu hijo es una preocupación para ti, está bien buscar ayuda. Toma acción y busca ayuda, en lugar de esperar a que las cosas cambien.

¿Les gritas a los niños? Prueba reglas y rutinas consistentes

Unos cuantos ajustes a tu estilo de crianza pueden marcar la diferencia. Aquí tienes algunos ejemplos:

  • Trata de establecer algunas rutinas nuevas, como preparar las mochilas la noche antes de ir a la escuela. Es un pequeño paso que marca la diferencia.
  • Tener reglas claras y consistentes le ayudará a tus hijos a entender qué se espera de ellos y a que cooperen más.
  • Nota las cosas buenas que hacen tus hijos y dales elogios descriptivos. Por ejemplo: ”Noté que hiciste un buen trabajo tomando una respiración profunda e intentándolo de nuevo, ¿Cómo te sentiste está vez?” o “Gracias por alistar las cosas esta mañana. ¡Fue de gran ayuda!” Esto incrementa la posibilidad de que el comportamiento positivo se vuelva a repetir después.
  • Encuentra momentos breves para cultivar la relación con tu hijo. Una relación fuerte ayuda a los niños a que desarrollen valiosas habilidades como la autorregulación, el escuchar y cooperar.

Yo le grito a mi niño y me siento horrible: ¿Ahora qué?

Si levantamos la voz, gritamos o vociferamos, es una buena idea tomar responsabilidad y hacerle saber al niño que seguirás trabajando en mantener la calma en el futuro.

Una simple disculpa les enseña a los niños que está bien cometer errores. Les hace saber que es importante tomar responsabilidad de sus errores y de intentar hacer las cosas mejor.

Por ejemplo – “Siento mucho haberte gritado. No está bien gritar. Yo pude haber tomado unas respiraciones profundas para calmarme. Voy a seguir trabajando en mantener la calma en el futuro.”

Los niños aprenden mucho de los adultos importantes a su alrededor, especialmente cuando se trata de manejar las emociones y el estrés.

Cuando las cosas estén tranquilas (y no en medio del problema), habla con tu hijo sobre el manejo de los sentimientos.

Le puedes decir que está bien sentirse molesto o enojado, pero que gritar o vociferar no es una buena manera para expresarse. También pueden hablar sobre técnicas para calmarse como la respiración profunda o hacer una actividad diferente.

Si gritar se está convirtiendo en un patrón, puedes cambiar esto con el tiempo y la práctica. No te des por vencido y sigue intentándolo.

Si los sentimientos de ira te están controlando…

Si te preocupa el impacto que gritar, vociferar o levantar la voz está teniendo en tus hijos, busca apoyo de tu pareja, de un amigo de confianza, de un miembro de la familia o de un médico.

La ayuda está disponible y algunas veces hablar con alguien más es el primer paso para hacer cambios positivos.

Triple P Online tiene estrategias eficaces para hacer que la crianza sea menos estresante. Las parejas y otros familiares pueden participar también, así todos estarán en la misma página.

Referencias

1 Sirois et al. (2019). Self-compassion improves parental well-being in response to challenging parenting events. J Psychol, 153(3), 327.