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COVID-19: Algunas ideas para organizarse y proteger a los niños en la casa

Los niños y niñas suelen sentirse más seguros en un ambiente predecible, con rutinas y horarios establecidos, que los ayudan a anticipar qué va a suceder. En períodos de emergencia, como el que se vive hoy a causa del coronavirus (COVID-19), su “normalidad” se ve alterada y eso puede generarles confusión e intranquilidad. Más aún si consideramos que están escuchando y viendo todo lo que dicen y hacen los adultos a su alrededor, muchas veces sin que nadie les explique qué sucede.

En Chile, las autoridades decidieron suspender las clases en jardines infantiles y colegios, por lo que niños, niñas y adolescentes han debido quedarse en su hogar o en la casa de algún familiar que pueda hacerse cargo de su cuidado durante la cuarentena. Asimismo, aunque no todos, muchos padres y madres han tenido la posibilidad de optar por el teletrabajo.

En este escenario, surgen muchas dudas: ¿cómo explicarles a los niños y niñas lo que está pasando y por qué no pueden salir de la casa?, ¿qué hacer para organizar su día y no alterar tanto sus rutinas?, ¿cómo ordenarse para poder trabajar de manera remota, sin dejar de prestarle atención a los hijos e hijas?, ¿podemos controlar efectivamente el contagio al quedarnos todos en la casa?

Desde Triple P Latinoamérica queremos compartir algunas sugerencias que podrían ayudar: 

PROCUREMOS ESTAR DISPONIBLES

  • Prestemos atención a las inquietudes y preguntas de los niños y niñas, tratando de responder en un lenguaje lo más simple posible.
  • Permitamos las emociones que usualmente son un poco más incómodas: como el miedo, la ansiedad o la pena, atendiendo a ellas.
  • Evitemos entregarles tantos detalles. Recordemos que su imaginación podría llevarlos a incrementar su ansiedad. Un buen recurso para explicarles de este virus lo puedes encontrar aquí.
  • No mantengamos el televisor o la radio encendidos todo el día, exponiéndolos a la alarma que generan las informaciones.
  • Permitámosles participar en ciertas decisiones, como planificar el día siguiente, o definir a qué jugarán o la comida que se preparará.
  • Para estar disponible es importante cuidar nuestras emociones como adultos. Intenta buscar espacios de calma o contención, aplicando estrategias como la respiración o meditación, llamando a alguien para conversar acerca de lo que te pasa y nivelando tus expectativas. Pide ayuda si te está costando mantener la calma.
  • Si no te está tocando estar cuidando de otra persona en estos momentos, intenta llamar y ofrecer contención a quienes sí.

LA IMPORTANCIA DE LAS RUTINAS

  • Si bien estamos en un escenario que nos obliga a readecuar las rutinas, procuremos no variarlas demasiado. Esto ayuda a que los niños/as se sientan más seguros y permite a los padres organizarse mejor: tratemos de mantener los horarios de levantarse, acostarse y de las comidas.
  • Invitemos a los niños/as más grandes a seguir su horario de clases. Por ejemplo, si el martes a primera hora tienen matemáticas en el colegio, incentivémoslos a investigar, hacer cálculos o revisar la materia correspondiente. Esto los ayudará a no desconectarse de los estudios. Una buena idea es dejar las mañanas para estas tareas.
  • Procuremos incentivar la práctica de actividad física, aunque sea dentro de la casa. Jugar a saltar, hacer yoga o realizar ejercicios aeróbicos… ¡hay muchas alternativas!
  • No nos estresemos pensando “cómo los puedo entretener”. Permitamos que se aburran de vez en cuando y veremos que solos aprenderán a encontrar alguna actividad que les interese, que los mantenga atentos a su mundo y a su juego. Así se puede fortalecer su creatividad.
  • Utilicemos este período para fomentar su autonomía y colaboración en el hogar, distribuyendo tareas entre todos, de acuerdo a la edad.
  • En el caso de los adolescentes, fanáticos del celular, la televisión y los videojuegos, no pretendamos prohibirles su uso. Más bien, recordemos qué hacemos al respecto, por ejemplo, en el período de vacaciones y establezcamos juntos algunas normas de uso.
  • Por último, sabemos que es difícil compatibilizar el cuidado de los niños, los quehaceres del hogar y el trabajo de oficina que ahora muchos están haciendo desde su casa. Procuremos realizar todo en la medida de lo posible, armando un horario, sistemas de turno y estableciendo prioridades. ¡No todo es urgente ni va a resultar como esperas!

PROTECCIÓN EN CASA

El que estemos en la casa no nos libra de un posible contagio, ya que algún miembro de la familia pudo haber contraído el virus antes de la cuarentena. De todos modos, es posible mantener un control, siguiendo las indicaciones de las autoridades. Las más básicas son:

  • Mantener la higiene más allá de lo habitual. En lo posible, limpiar con agua y jabón, o un paño humedecido con alcohol, todas las superficies.
  • Lavarse las manos de manera frecuente, más de 20 segundos bajo el agua corriente cada vez.
  • Ventilar a diario y al menos por 10 minutos, todas las habitaciones.
  • Lavar la loza siempre con agua caliente y detergente.
  • Toser cubriéndose con el antebrazo o un pañuelo desechable, jamás con la mano.
  • Evitar el contacto físico, aunque sea con integrantes de la familia.
  • Estar atento a los posibles síntomas, como sensación de cansancio, tos y fiebre. Si se presentan, tratar de aislar al paciente y acudir a un servicio de urgencia solo si su estado es de gravedad.

Procuremos cuidarnos entre todos, disminuyendo traslados lo más posible.

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