5 habilidades que todos los niños necesitan para formar amistades (y cómo apoyarlos con una crianza positiva)

Imagina que tu hijo te acerca y te dice, “Nadie quiere jugar conmigo.” Tu corazón se aprieta. Es perfectamente natural querer tomar las riendas y arreglar el problema —pero, ¿cuál es la mejor forma de enseñarles a los niños sobre las amistades?
Queremos que nuestros niños hagan amigos; jueguen y se diviertan, pero también queremos que tengan la confianza de enfrentar los desafíos. Las investigaciones de Triple P muestran que los niños que tienen amistades saludables, no sólo tienen una relación calidad con sus padres, pero también sus padres los entrenan para manejar las situaciones desafiantes y los ayudan a conectarse mejor con sus amigos1.
Existen 5 habilidades sociales prácticas para ayudar a los niños a hacer y manejar las amistades. La buena noticia es que ya está haciendo estas cosas.
Habilidad para forjar amistades No. 1: Ayudar a los niños a ser buenos amigos
Hacer amigos comienza con ser amable y encontrar intereses en común. Los niños aprenden estas habilidades sociales viendo cómo lo hacemos nosotros (su modelo a seguir) y a través de sus propias experiencias de vida. Ellos desarrollan estas habilidades a su ritmo y algunos niños pueden necesitar más apoyo que otros.
Hablar sobre las cualidades de un buen amigo en sus conversaciones diarias es de gran ayuda. Pregúntale qué es lo que hace un buen amigo: ¿Dejar que otros participen en el juego? ¿Escuchar las ideas de otros niños? Presta atención y elogia a los niños cuando hagan estas cosas, además de compartir con ellos lo que aprecias de tus propias amistades.
Conforme los niños crecen, estas conversaciones pueden volverse más detalladas. Comparte algunos de los pequeños problemas que tienes con sus amistades y cómo los manejas escuchando, resolviéndolos y comprometiéndote. Saber que las relaciones con los amigos no son siempre llevaderas ayuda a que los niños aprendan a afrontar los desafíos también.
Habilidad para forjar amistades No. 2: Tomar turnos
Tomar turnos, ya sea durante un juego o en una conversación, es una habilidad importante de la socialización. Los niños deben aprender a esperar, manejar sus frustraciones y expresar sus necesidades.
Les estás enseñando esta valiosa habilidad cuando juegas con ellos “veo, veo” mientras van en el auto o al tomar turnos durante una comida familiar. Para los niños que están teniendo dificultades, ten en cuenta su edad, habilidades y fortalezas. Aunque puede ser desafiante esperar que los niños pequeños compartan sus juguetes favoritos, puedes enseñarles jugando un juego corto, como el pasar la pelota de un jugador a otro.
Los niños de edad preescolar y primaria pueden practicar tomar turnos durante los juegos con amigos. Esta es una oportunidad para establecer las reglas, permanecer cerca (de ser necesario) y elogiar a los niños cuando lo estén haciendo bien.
Los juegos competitivos funcionan para algunos niños, pero pueden ser demasiado estresantes para otros que son más sensibles, tienen discapacidades o son neurodivergentes. Considera juegos de mesa que promuevan la cooperación o las artes y manualidades, donde nadie “gana”. Tú conoces a tu hijo mejor que nadie, así que escoge juegos que sean desafiantes, pero no demasiado difíciles.
Habilidad para forjar amistades No. 3: Escuchar
Escuchar es más que esperar su turno para hablar; es demostrar que escuchaste y entendiste, incorporando lenguaje corporal y palabras. A esto se le llama escuchar activamente.
Como padres y cuidadores, les enseñamos a los niños a través de nuestras interacciones diarias. Cuando escuchas activamente a tu hijo, éste aprende a escuchar a los demás. Cuando el niño diga, “¡Ellos ya no son mis amigos!”, tómate un momento para escucharlo y reflexionar sobre lo que ha dicho. Identifica sus sentimientos de ser posible. Puedes decir algo como: “Te estas sintiendo triste de que Alexa ya no sea tu mejor amiga”. No solamente estás modelando buenas habilidades al escuchar, sino que también muestras que realmente lo escuchaste y que valoras lo que él tiene que decir.
Muchas familias descubren que establecer tiempo para conversar con regularidad, como antes de dormir o en camino a la escuela, crea momentos para escuchar. Esto aumenta su conexión y la salud mental del niño al contarte sus pensamientos y sueños.
Habilidad para forjar amistades No. 4: Entender las perspectivas de los demás
La empatía es una habilidad social compleja que los niños desarrollan conforme van creciendo. Los bebes y niños pequeños suelen llorar o reír cuando otros lo hacen y así es cómo la empatía se desarrolla. La mayoría de los niños comienzan a entender cómo se sienten los demás alrededor de los 4 a 5 años2.
Si tu hijo se molesta por algo, podría decir: “No me invitaron a la fiesta de cumpleaños.” Esto puede hacerte sentir mal a ti también. Respira profundo y valida los sentimientos del niño diciendo algo como: “Suena que te sientes excluido.” Escucha lo que tenga que decir.
Gentilmente, ayúdale a pensar en lo que pudo haber ocurrido. Tal vez la fiesta era muy pequeña. Esto le ayudará a ver que puede haber distintas razones por las que su amigo tomó esta decisión, y le enseña a ser más flexible con sus pensamientos y a tener esperanza también. Si te sientes molesto, recuerda planificar un tiempo para recargarte o conversar con un amigo o con tu pareja.
Habilidad para forjar amistades No. 5: Resolver los conflictos
¿Qué tal si los dramas entre las amistades fueran señales de que los niños se están desarrollando tal y como debe de ser? Los niños necesitan aprender a tener desacuerdos y a hacer las paces; esto forma parte de su crecimiento. Algunos niños pueden tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas y necesitan de ayuda. Es importante notar cuando ellos lo hacen bien y elogiarlos por ello.
Piensa sobre cómo manejan los desacuerdos en casa. Los niños aprenden mucho observando cómo expresamos nuestros puntos de vista y nos comprometemos. Está bien tener discusiones cotidianas en la casa, la clave es que los niños vean cómo se resuelven estas discusiones. (Las discusiones serias no son apropiadas para los niños.)
Cuando los niños de educación básica tienen un conflicto con sus amistades, trata de tomar un paso hacia atrás. Con frecuencia ellos saben lidiar con más de lo que te imaginas. Motívalos a encontrar soluciones preguntando: “¿Qué puedes hacer si esto pasa otra vez? o “¿Qué podrías decir mañana? Esto les ayuda a pensar las cosas con detenimiento. Además, los niños están más propensos a actuar en base a las ideas que ellos mismos pensaron.
Por último, la crianza positiva puede ayudar
Los niños aprenden habilidades para fomentar las amistades viendo cómo manejas tus propias relaciones, a través de las conversaciones cotidianas y del juego. Cuando los niños tienen dificultades con sus amigos, la mejor manera de ayudarlos es escuchándolos primero, después gentilmente guíalos a resolver el problema por sí mismos.
Si te preocupa la salud mental de tu hijo, no estás solo. Hay ayuda disponible. Conversa con su profesor, con su médico u otro profesional de la salud.
Aprende a través de nuestro curso en línea
Todos los padres se benefician al usar estrategias basadas en evidencia científica para apoyar a los niños. Para las familias con niños menores de 12 años, Triple P Online puede ayudarles. Para apoyo con adolescentes, puedes participar en Triple P Adolescentes Online.
Referencias
- Boyle, C., Sanders, M. R., Ma, T., Hodges, J., Allen, K.-A., Cobham, V. E., Darmawan, I., Dittman, C. K., Healy, K. L., Hepburn, S.-J., MacLeod, L. M., Teng, J., & Trompf, M. (2023). The thriving kids and parents schools project: Protocol of an incomplete stepped wedged cluster randomised trial evaluating the effectiveness of a Triple P seminar series. BMC Public Health, 23(1), Article 2021. https://doi.org/10.1186/s12889-023-16962-4
- Simon, P., & Nader-Grosbois, N. (2023). Empathy in Preschoolers: Exploring Profiles and Age- and Gender-Related Differences. Children, 10(12), 1869. https://doi.org/10.3390/children10121869