little girl looking at sunflower

¡JUGUEMOS! (Parte 1)

Imagine que un día duro en la oficina fuera aquel en que debe construir castillos de arena, chapotear en charcos de agua o lodo, pintar con las manos, jugar al escondite, al baloncesto y soplar burbujas antes de regresar a casa.

Sin embargo, para los niños ésta sería una dura y agotadora jornada laboral. Lo gracioso es que en la medida que los padres podamos visualizar esto desde el punto de vista de los niños, mayores serán los beneficios y la diversión que todos lograremos al hacernos el tiempo para jugar con nuestros hijos. 

¿POR QUÉ JUGAR ES TAN IMPORTANTE PARA LOS NIÑOS?

El juego es el trabajo de los niños. Es la manera en que desarrollan sus mentes y cuerpos a su máximo potencial. Los juegos y la diversión pueden parecer sólo entretención, pero para los niños tienen importantes recompensas sociales, psicomotoras y de comportamiento. Por medio de la recreación los niños desarrollan sus habilidades cognitivas y hacen esfuerzos para lograr aprendizajes como los siguientes:

  • Colores, formas, cantidades, causa y efecto;
  • Habilidades sociales como hacer turnos, competir lealmente y ser empáticos;
  • Habilidades psicomotoras como correr, saltar, columpiarse, así como descubrir los límites y posibilidades de su cuerpo.
  • Desarrollar la motricidad fina al utilizar tijeras y lápices;
  • Habilidades verbales que incluyen escuchar y hablar, desarrollar su vocabulario, obtener conocimientos de gramáticas y aprender a estructurar frases.

Los juegos y entretenciones también exponen a los niños a un amplio rango de emociones que van desde la angustia, el miedo, la pena y la ansiedad hasta la curiosidad, la alegría y la excitación. El juego de fantasía (“hacer como si”), por su parte, permite la libre expresión de ideas y emociones que ayudan a construir la autoestima. Y a través del juego, los niños aprender a pensar de manera diferente en la medida que tienen dudas, desarrollan el sentido del humor y se sienten satisfechos al resolver simples problemas.

OBSERVANDO LOS CAMBIOS

A medida que los niños crecen, al observarlos jugar notarán que las formas van cambiando:

  • Los niños pequeños generalmente parten realizando actividades independientes y solitarias para luego ejecutar los llamados “juegos paralelos”, donde hacen lo mismo que está haciendo el niño o los niños cerca de ellos, pero sin involucrarse en los otros juegos.
  • Durante la etapa pre-escolar, comienza a jugar más en grupos teniendo el mismo objetivo o tema, pero sin establecer muchas reglas u organizarse formalmente entre ellos.
  • Al final de la etapa pre-escolar, es común observar juegos más colaborativos, donde hay un grupo organizado, al menos un líder y hay niños que claramente integran el grupo y otros que están fuera.

A medida que los niños están expuestos a más tecnología y presionados para comenzar una educación más formal a una edad temprana, ello afecta la espontaneidad de los juegos y la entretención. Tan importante como practicar juegos estructurados o que tienen una meta específica, el llamado “juego libre” también es importante. Por ello, es importante promover que los hijos jueguen en la casa y, claro, unirse a ellos algunas veces. 

PARTE DOS – IDEAS PARA INTEGRARSE AL JUEGO