Padres y madres realizan Triple P de manera remota
Dadas las actuales circunstancias de pandemia, facilitadores de Triple P han estado apoyando a las familias en temas de crianza a través de videoconferencia o contacto telefónico. ¿Cómo ha sido esta experiencia? Algunos padres, madres y cuidadores nos entregan aquí sus testimonios.
Ana María, mamá de 1
“En pandemia, confinamiento y con teletrabajo, se me hizo mucho más difícil la crianza con mi hija de casi 4 años. Ella y yo comenzamos a notar los efectos del encierro y estábamos más irritables y con poca paciencia. Me atreví a pedir ayuda y me ayudó mucho saber que no soy la única que ha perdido la calma, que se siente agobiada y que hay herramientas que pueden ayudar a que la crianza sea positiva a pesar de lo adverso. Hacer Triple P a través de Zoom fue más fácil para poder acordar un horario en la noche, para tener un entorno tranquilo y contar con el tiempo disponible. No sentí en ningún momento que esto fue negativo para la intervención, al contrario.
Lo que más agradezco es el haber podido adquirir herramientas para enfrentar los momentos en que mi hija pierde la paciencia y yo centrarme en calmarla, además de calmarme yo. Saber que no está mal que se enoje o esté irritable, eso es comprensible en estos momentos, pero como adulto responsable de su crianza y seguridad, yo debo enfrentar esos momentos con calma y sacar siempre un aprendizaje. Ahora sé que puedo hacerlo, sé cómo hacerlo y eso me empodera más en mi rol de mamá, ya que antes sentía que no podía. También no sólo centrarse en los momentos difíciles, sino en lo que hace bien o lo que quiero fomentar que haga. La estrategia del elogio descriptivo hace maravillas.
Nuestra relación ha cambiado muchísimo, ella misma ya sabe cómo calmarse, incluso cuando me ha visto molesta, me dice que me calme, que respire y me enseña. Ella reconoce cuando está molesta y se va a calmar y regresa, eso me motiva a seguir enseñándole a controlar sus emociones. Recomiendo totalmente esta experiencia a otras familias. Hace bien para todos, genera una dinámica mucho más sana y uno confirma que si se quiere generar cambios, se puede, no es difícil. A veces no nos detenemos a pensar en lo importante de una crianza positiva y en cómo serán nuestros niños en el futuro cuando eso se aplica”.
Tania, mamá de 2
“Me decidí a hacer Triple P, porque sentí que estaba perdiendo la paciencia y el control con mi hija mayor. Un día en Facebook vi la publicación y dije: ¡lo haré! Gracias a este programa, volví a creer en mi, a tener confianza y seguridad como mamá. Recibir el apoyo por videoconferencia fue bueno, me sentí muy tranquila, me dio tiempo para conversar los temas con mi marido cuando mi hijo menor estaba durmiendo. Entre las estrategias que pude aprender y que me han ayudado están la de mantener siempre la calma y hablarle tranquila a mi hija mayor. Sin duda, es la que mejor resultados me ha dado. También, la de elogiarla cuando hace algo que le pido. Ya no pierdo la paciencia, no hay gritos ni peleas. De todas maneras lo recomiendo a otros padres. De hecho, se lo comenté a una amiga y quiso participar”.
Fernando, papá de 1
"La cuarentena a la que tuvimos que someternos por seguridad, a causa de la pandemia del Covid-19, alteró mucho las relaciones familiares. Sobre todo, porque tanto mi señora como yo empezamos a trabajar desde la casa, sin mucha tranquilidad para hacerlo debido a que nuestro hijo de 2 años comenzó a demandar mucho nuestra atención y, al no poder entregársela, hacía pataletas. Nosotros nos irritábamos y terminábamos gritándole, retándolo o instalándolo frente al televisor por horas para que se entretuviera. Sabíamos que todo esto no estaba bien y por eso quisimos recurrir a Triple P.
Tuvimos las sesiones a través de videollamada, lo que nos resultó muy cómodo, porque no hubo que trasladarse a otro lugar ni alterar demasiado nuestras rutinas.
El apoyo que recibimos ha sido de gran ayuda. La facilitadora nos explicó distintas estrategias de crianza positiva para aplicar con nuestro hijo, como la de prestarle el cien por ciento de atención en determinados momentos, la de felicitarlo cuando hace algo que nos gusta o la de anticiparle qué va a suceder durante el día, para que él se sienta más seguro. Esto último ha sido muy positivo, porque sabe de antemano que estaremos trabajando durante ciertas horas, sabe cuándo viene la hora de comer, de acostarse o de dejar de ver televisión. ¡Sus pataletas disminuyeron a ninguna a la semana y la relación familiar mejoró mucho!
La facilitadora fue muy didáctica y amena, entregándonos siempre herramientas para monitorear nuestros avances, tuvo paciencia para escucharnos y compromiso para guiarnos. Triple P es absolutamente recomendable para cualquier papá o mamá. El desafío de ser padres no es fácil, pero uno avanza bastante con esta ayuda y, al menos nosotros, nos sentimos con más confianza”.